jueves, 2 de abril de 2015

Si tienes que irte, vete ya
no me dejes esperando por cuál va a ser tu reacción.
Si tienes que irte, vete 
y llevate mis ilusiones, mis sueños y mis ganas de estar junto a ti.

Si vas a irte, vete y que se vayan contigo los recuerdos,
los celos y las lágrimas, las sonrisas inesperadas,
vete sin mirar atrás, haciendo ruido al bajar,
cerrando de un portazo, de manera trágica,
para que sepa que te has ido,
para que mi corazón oiga que no estarás.

Solo te pido que cuando te vayas,
recuerdes que por muy lejos que corras, 
por muy alejado de mi que estés,
jamás te irás del todo, porque siempre serás un trocito de mi,
algo que me ha ayudado, de alguna forma, a continuar.

Pero si al final resulta que te quedas,
prometo esperar lo que haga falta, 
ilusionarme junto a ti, soñar juntos y no dejarte ir.

Si te vas a quedar, que sea para crear más recuerdos juntos,
tener celos tontos por autoestimas bajas, lágrimas seguidas de sonrisas.
Quédate y hazlo fuerte, con viajes y aventuras,
con desayunos fríos por desayunarnos, 
con tus suspiros al dormir,
y que mi corazón oiga que no te vas a ir.

Solo te pido que cuando te quedes, 
perdones mis locuras, 
ya que por muy loca que parezca estar,
no será más de lo que lo estoy por ti.

Así que, con primavera u otoño,
contigo o sin ti,
me quedaré esperando por si vuelves a por mi,
por si algún día te acuerdas de que eras feliz junto a mi,
y decides volver donde un día decidiste irte o quedarte junto a mi.



A.