viernes, 23 de octubre de 2015

ven.

ven conmigo,
túmbate a pensar en el olvido,
a escuchar recuerdos,
observar música,
sentirnos. 

ven,
acurrúcate en mi cama,
atrápame como un koala,
sueña conmigo despierto,
durmamos al alba.

ven y subámos al coche,
cantemos a gritos,
vayamos a ningún sitio,
parando en todos lados.

déjame besarte en cada rincón del mundo,
cógeme la mano,
gritemos que estamos juntos,
que tú y yo somos uno.

y es que no puedo dejar de pensar
en la suerte que tengo al tenerte,
en todo lo que quiero hacer
(y hacerte).

dicen que es poco tiempo
para que ya pueda quererte
pero ellos no saben lo que es tenerte,
sentirte,
pensarte.

Pensarte, arte...
Eres mi arte,
aunque suene cursi y tonto,
espero que me dejes mirarte,
apreciarte, pintarte,
y que nos hagamos tantas fotos
que te hartes,
te quejes de mi,
y entonces besarte.

ven,
solo te pido eso,
que estés,
que me quieras,
que yo me encargo del resto.

                                                                              A.

martes, 20 de octubre de 2015

Es interesante...

Es interesante
como en un momento podemos pasar
de estar bien a estar mal,
de reír a llorar,
de tener miedo a estar en completa tranquilidad,
de tener ganas de comerse el mundo a que te coma él. 

Es interesante
como todo y nada están unidos entre sí,
las coincidencias,
si existen o no,
el destino...

Hace tiempo que miro al cielo
pensando si alguien más lo está mirando también,
en alguna parte del mundo,
o si solo soy yo la única soñadora, 
pero es que no puede ser. 

No debo ser la única que sueñe
con ver el mundo entero,
con descubrir países y personas,
aunque básicamente sean lo mismo.

Cada persona es un país, 
no,
un mundo,
y cada mundo es especial
para hay que descubrirlo,
quizá, 
como el agua de Marte 
o como lo que hay más allá de Plutón.

Marte, amarte, amar...
Cada vez hay menos gente que ama,
y más gente que odia,
más gente que llora,
que deja de reír porque ya ni tiene tiempo para eso.
¿Y es que así, cómo se puede vivir?

Es interesante
como la gente cambia sus prioridades,
como la felicidad ya no preocupa a nadie,
a no ser que esa felicidad
sea en forma de billete. 

Y es que ya no es culpa de la gente, 
sino de la situación,
del modo en el que hemos hecho el mundo,
del modo en el que lo hemos cambiado,
haciéndolo nuestro en vez de ser suyos, 
como en el pasado.

Y la verdad es que ya somos pocos
los que vemos como poco a poco
todo se va perdiendo, 
pero tengo la fe de que algún día creceremos,
y los hijos de nuestros hijos,
o los gatos de nuestros gatos,
váyase a saber,
tengan la oportunidad de hacer de este mundo
un lugar donde importe más una vida que una moneda,
donde las muertes se cambien por sonrisas,
y las armas por flores,
que aunque quede muy poético,
valdría más la pena que todos los rencores.


                                                                                               A.