¿Sabes ese cosquilleo que sientes cuando se te pone la piel de gallina?

Cuando te acarician la pierna,

o la parte interior del brazo,

cuando cantan tu canción favorita en un concierto y todo el mundo grita la letra,

cuando sales de fiesta y vuelves a casa con la brisa del amanecer...

Ese cosquilleo que demuestra que estamos vivos,

que nos indica que ese momento es esa clase de momentos que,

por pequeños que parezcan,

se convierten en un gran recuerdo,

en eso que al pensar nos sale solo sonreír.

Y es que igual soy una romántica,

o es que me gusta apreciar las pequeñas cosas,

pero para mi, 

ese cosquilleo es el que me hace sentir que merece la pena vivir.


                                                                                                                                             A.