cien mil.

Cien mil primaveras pueden pasar,
cien mil veces puede salir el sol,
que no se irá tu tormenta interior.

Y cuando encuentras ese sol que siempre brilla por ti,
o esa primavera que tu mundo hace florecer,
deseas que la tormenta no lo arrase todo otra vez,
que esas flores se queden siempre en ti, 

que esa luz no se vaya jamás.

Y si de verdad es tu estación,
el miedo se irá en cuanto ese calor te roce,
dándote la seguridad suficiente para salir 

y observar como todo va a mejor,
y ya no habrá temor,
ni lluvia,
ni mierdas que puedan contigo.

Cien mil primaveras pueden pasar,
cien mil veces puede salir el sol,
que no hay forma de superar la tormenta sin ti.


                                                                                                                                             A.